En los últimos años, la Programación Neurolingüística ha despertado un enorme interés en el seno de las organizaciones. Las aplicaciones comunicativas en el entorno empresarial hacen de la PNL una poderosa herramienta al servicio de la productividad.
En líneas generales, se trata de preparar nuestra mente para que comunique de forma efectiva aquello que pensamos, que verbalice aquello que está en nuestra cabeza. El objetivo, que exista una congruencia comunicativa.
La premisa básica de la PNL es que se puede entrenar el pensamiento para mejorar nuestra comunicación y aumentar nuestra calidad de vida. La conducta se puede aprender. Debemos actuar entonces sobre el pensamiento, que es el que configura el lenguaje.
El proceso de PNL atraviesa varias etapas hasta concluir en un estado de competencia inconsciente, donde el individuo realiza la acción prácticamente sin darse cuenta. Ello le permite dirigir su atención en otras cosas.
¿Qué aplicaciones tiene la PNL en el mundo de la empresa? Ciertamente, la comunicación lo inunda todo. Por ello, una intervención de programación neurolingüística afecta a todos los niveles de la organización. Estamos hablando de una mejora palpable en operaciones de venta, reuniones, presentaciones, etc. La PNL mejora el clima laboral, orientando a las personas hacia sus objetivos profesionales.
Saber comunicar es clave para mejorar el desempeño profesional. La PNL como parte de una intervención de Coaching ayuda a las personas y a las organizaciones a ser más productivos: Del pensamiento a la acción.