La asertividad, en líneas generales, tiene que ver con expresar de forma clara y precisa aquello que se pretende alcanzar. El término no se refiere únicamente a la comunicación, sino que es un rasgo del comportamiento.

Aplicado a las organizaciones, el concepto influye en aspectos tan importantes como la creación de un ambiente de trabajo saludable, la productividad o el desempeño profesional. Es el líder el que debe velar por el cumplimiento de la asertividad laboral. Los trabajadores deben expresar sus ideas de forma natural, con confianza y desde el respeto. Un equipo no asertivo, difícilmente podrá lograr las metas y objetivos encomendadas. La comunicación eficaz es lo que posibilita que hablemos de éxito en las organizaciones.
¿Cómo se logra transmitir asertividad en un equipo de trabajo?
Las personas asertivas mantiene una coherencia en su forma de pensar y actuar, mostrando una responsabilidad y grado de compromiso altos. Son personas seguras de sí mismas, abiertas y sinceras; reconocen sus limitaciones, pero son miembros respetados dentro del grupo.
El directivo es el responsable directo de conseguir este nivel de asertividad. Debe predicar con el ejemplo, mostrando su compromiso con la cultura de la organización. Los colaboradores tienden a reflejarse en el comportamiento del líder, de ahí la importancia de las acciones de éste.
Para ser asertivo hay que saber escuchar. Mantener un diálogo constante con los colaboradores, pidiendo opinión y atendiendo sus sugerencias, incrementará su confianza. El directivo no debe olvidar que está tratando con personas, cada una con su propia circunstancia. Hay que ser abierto y atento, implementando la comunicación persona a persona. El líder debe estar preparado para recibir el feedback de sus colaboradores, incluso debe fomentar esta acción entre los mismos. La retroalimentación mejora notablemente la calidad en el equipo.
En definitiva, un ambiente de trabajo asertivo es rentable para cualquier organización. El clima laboral mejora ampliamente, al igual que la comunicación entre jefes y empleados, que se vuelve más eficiente. La fidelidad de los colaboradores para con la organización se incrementa. El resultado, más calidad en los procesos empresariales.